EL RESTAURANTE CUENTA CON UNA TERRAZA RODEADA DE VEGETACIÓN, UN BAR INTEGRADO COMO PUNTO DE ENCUENTRO SOCIAL Y UN MARTINI BAR
No siempre se llega a un restaurante con la intención de hacer un recorrido. En Petit Hunan, sin embargo, la tarde se va armando por partes: un par de martinis para abrir el apetito, entradas que van llegando al centro de la mesa, un plato fuerte que reclama toda la atención y un postre que cierra la conversación. Todo sucede sin prisa, en un espacio que parece diseñado para que la comida y el ambiente se escuchen mutuamente.
Un espacio que respira amplitud y calidez
Desde el primer paso, el diseño de Cuaik Arquitectos envuelve. La luz natural, los techos altos, la vegetación interior y los acabados en madera clara transmiten frescura. Los espejos no son solo elementos decorativos: multiplican el espacio y lo maridan con la experiencia gastronómica.
En Petit Hunan, cada rincón tiene su propia personalidad: una terraza rodeada de vegetación para las tardes soleadas, un bar integrado como punto de encuentro social y un Martini Bar independiente, íntimo y elegante.
Para abrir el apetito
La experiencia comienza con un brindis. Los martinis de bienvenida —Lychee y Manzanilla— se presentan como un refrescante aperitivo. Equilibrados y aromáticos, adelantan que aquí cada detalle está pensado para armonizar con el menú.
La propuesta de dim sum es uno de los pilares del concepto. Servidos al centro, en porciones precisas y llenas de sabor, invitan a la convivencia. Probamos las Beef Pop Stickers, rellenas de res, hongo shimeji, trufa y envueltas en fina harina de trigo; los Shrimp & Scallops Dumplings, una delicada combinación de camarón y callo de hacha; y el Chicken Satay, brocheta de pollo con salsa Hunan que aporta un toque especiado y reconfortante.
El protagonista de la noche fue el Honey Crispy Shrimp: camarones crujientes bañados en una salsa dulce y sedosa, que logran el balance entre textura y sabor.
El cierre llegó con un Sweet Bao relleno de Nutella, esponjoso y suave, que nos recordó que la cocina también puede ser un abrazo dulce.
Servicio y atmósfera: Un todo coherente
La atención del equipo es impecable, con un ritmo que permite disfrutar cada momento. La música, cuidadosamente seleccionada, acompaña el mood del lugar sin robar protagonismo a la conversación ni a los platillos.
Petit Hunan es un punto de encuentro donde la comida se comparte como pretexto y el ambiente acompaña sin prisa. Un lugar para llegar con hambre y salir con la sensación de haber probado algo familiar… pero contado de otra forma.
FECHAS:
2025-09-19